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Soy docente universitaria hace unos 3 años, he dado clases en tercer y cuarto nivel, y aspiro obtener un PhD. A quienes conozco con dicho título valoro y admiro por su entrega a la academia y aportes investigativos al Ecuador.
Sé perfectamente de la importancia de contar con la preparación académica y experiencia para brindar una mejor educación. El hecho de que Elizabeth Cabezas proponga que no se deberían requerir más PhD me llena de temor, no por mí, por el futuro de la academia, de la ciencia en EC. Un académico trata siempre de mejorar su capacidad de entendimiento, de abrir nuevos campos, de dar luces a sus estudiantes, de aportar criterios, dar ciencia a su país... dar educación, no busca otra cosa más que eso, y eso es progreso.
No se es de la élite si se tiene un máster o un PhD, en mi caso a punta de créditos educativos y mi trabajo pagué mis estudios dentro de Ecuador desde que salí del colegio, me ha costado, y es mi afán dar mejores resultados al país si cursara un PHD en mi campo.
Para ser rector, director, decano... se debe contar con la visión clara y profunda que la academia exige, formar a otros es una responsabilidad enorme. La experiencia se valora infinitamente, pero si a esa experiencia se le suma estudios de 4to nivel, los resultados son otros.
Con títulos de máster hay muchos y en su mayoría no investigan, nos quedamos como profesionales en nuestras áreas y otros damos clases; un PHD tiene alma de investigador para ir más allá de lo establecido y dar otras conclusiones: generar conocimiento. ¿Eso es ser elitista?
¿El conocimiento es elitista Elizabeth Cabezas? Usted es una mujer preparada, ¿es posible que de usted salga esa afirmación? y aun así ¿escribirlo para dejar en entredicho a los que superan en preparación a los que tienen maestría? No permita eso, el conocimiento debe ser compartido.
Hagamos fuerza y CEREBRO por un Ecuador que cada día va sumando más académicos de carrera, con científicos que nos están representando bien dentro y fuera, y hagamos que cada docente aspire a ser PhD.
No nos corte las alas.