martes, 27 de octubre de 2015

La solidaridad en la donación y trasplantes de órganos en Ecuador.

Ciencia y tecnología. En 35 años se han realizado 2009 trasplantes de diversos órganos y tejidos. En abril pasado (2013), se ejecutó el primer trasplante hepático por médicos ecuatorianos en el país.



Luego de cuatro meses de su operación volvió a la escuela. Su nariz ya no sangra ni su estómago se hincha. Hoy tiene 12 años y trata de llevar una vida saludable junto a su familia en la Concordia (Esmeraldas). Se trata del primer paciente beneficiario de trasplante hepático pediátrico que se efectuó en el país por médicos ecuatorianos, el pasado 15 de abril del 2013.

Arnulfo Zambrano, padre del menor, comenta que su hijo, durante siete años, padecía de la enfermedad Cirrosis Hepática y desde hace tres, estuvo en la Lista de Espera Única Nacional. “Juega con mucha energía, se lo ve muy bien”, comenta hoy agradecido.

El diagnóstico del niño lo incluyó en el grupo de enfermedades catastróficas cuyo tratamiento asume el Estado por parte del programa de Protección Social (PPS) que maneja el Ministerio de Inclusión Económica y Social, en conjunto con el Ministerio de Salud y el Hospital Metropolitano. En este último se realizó la compleja operación.

Diana Almeida, directora del Organismo Nacional de Trasplantes de Órganos y
Tejidos (ONTOT), entidad adscrita al Ministerio de Salud encargada de ejecutar
la política pública de donación y trasplante en el país, explica que de haberse realizado la operación en el exterior podía haber llegado a costar 300 000 dólares. Cifra inalcanzable para los familiares del niño. A más de ello agrega que: “los países están restringiendo trasplantar a extranjeros. La Organización Mundial de la Salud tiene principios rectores y recomendaciones que hacen a todos los países para evitar el turismo de trasplantes”.


En Ecuador existe una Lista de Espera Única Nacional donde se inscriben las personas que necesitan un trasplante para continuar con su vida. Esta lista garantiza el financiamiento de los trasplantes, independientemente de la capacidad de pago del paciente. Luego pasan a ser evaluados por su condición física, patológica, etc. Con el fin de que la persona pueda realmente beneficiarse de este órgano, pues se prevé que el destinatario sea el mejor receptor de la lista. “Las operaciones son de altísima complejidad y costo.  Es importante que vayamos fortaleciendo la cultura de donantes de órganos en todo el país”, reafirma Almeida.

En el país se realizan trasplantes de órganos y tejidos a partir de 1976 y desde entonces, hasta la actualidad, se han logrado realizar 2009 trasplantes de diversos órganos y tejidos, asegura el ONTOT. Entre ellos: cornea, hígado, renal donante vivo o cadavérico, cardiaco y médula ósea y desde ese tiempo, trasplante hepático pediátrico. Es importante destacar que las intervenciones quirúrgicas son lideradas por médicos ecuatorianos.

En el mundo cada año se registran 100.528 trasplante de órganos sólidos, de ellos 69.214 son de riñón, 20.280 de hígado, 5.327 de corazón, 3.329 de pulmón y 2.378 de páncreas. Las estadísticas muestran a España como el país con mayor tasa de donantes: 34,4 donantes efectivos por cada millón de habitantes, mientras que en Ecuador, en el 2009, el índice fue de 1,2 donantes efectivos por cada millón de habitantes. En el 2010, incrementó a 2,5 donantes por millón de población y así ha ido creciendo.

Avances científicos y tecnológicos
Ecuador ya cuenta con un Banco Nacional de Tejidos. Este organismo está creado para los tratamientos terapéuticos de piel humana en los pacientes con quemaduras de segundo y tercer grado. También se proporcionará válvulas cardíacas a enfermos de corazón, huesos a pacientes con tumores óseos, fracturas y otras deficiencias que requieren tejidos óseos. Uno de sus objetivos principales es obtener, procesar y preservar los tejidos como una fuente alternativa para la curación de patologías de pacientes.

Además se desarrolla una técnica de esterilización de tejidos utilizando radiación gamma (cobalto 60), se considera uno de los mejores métodos en el ámbito mundial. También se perfecciona otra técnica que permita el almacenamiento y disponibilidad de cantidades grandes de membranas amnióticas, piel humana, tejido óseo, cartílagos, nervios y válvulas cardíacas.

Para estas técnicas de esterilización de tejidos es necesario el empleo de energía nuclear por el empleo de radiaciones ionizantes –son radiaciones cuya energía es suficiente para extraer los electrones, respecto a un átomo o molécula. Esta práctica requiere de procedimientos altamente calificados en áreas estériles para el manejo de tejidos.

Las instalaciones del Banco Nacional de Tejidos reside en el Hospital Eugenio Espejo (Quito). Hasta ahora, en el equipamiento del complejo alcanza los 120.000 dólares, se prevé invertir 349.000 dólares en la adecuación de 450 metros cuadrados que conformarán la estructura.

Para la capacitación del personal médico encargado del área y para su adecuación, el Ministerio de Salud mantiene un convenio de cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), su director general, Yukiyo Amano, visitó las instalaciones de este centro médico y el adelanto del proyecto.

Este organismo internacional colaboró con la donación de 1 ultracongelador, 1 esterilizador seco, 1 esterilizador húmedo, 1 cámara de almacenamiento, 1 triturador y para esto cuatro profesionales ecuatorianos han sido altamente calificados en la implementación del Banco de Tejidos en Ecuador.

Donar órganos: un privilegio
Desde el 4 de marzo de 2011 está vigente la Ley Orgánica de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células en Ecuador. Según una publicación, en el año 2013, en la página oficial de la Asamblea Nacional esta Ley pretende “contribuir a mejorar la calidad de vida y, en muchos casos, a evitar una muerte segura de quienes por cualquier circunstancia requieren de un trasplante para seguir viviendo y convierte a los ecuatorianos en potenciales donantes, salvo que expresen su voluntad en contrario, asegurando los derechos a la vida, a la salud y al buen vivir”.

Sin embargo, existe un artículo en dicha ley desconocido por las personas que provoca cierta incertidumbre o aprensión. Se trata del Art. 29, que menciona que todo ciudadano ecuatoriano se convertirá en donante, a menos que en vida hubiese expresado lo contrario, “Las ecuatorianas, ecuatorianos y extranjeros residentes legales en el país, mayores de 18 años, al fallecer se convertirán en donantes, a menos que en vida hubieren manifestado, en forma expresa, su voluntad en contra…”.
Diana Almeida, directora del ONTOT, explicó que si bien la Ley está aprobada, el Art. 29 entrará a rige desde marzo de 2012, pues el Registro Civil está levantando su plataforma informática para registrar la voluntad de la ciudadanía. Además se hicieron campañas de concienciación para promover la cultura de donación en el país. “Se debe mantener una visión de sensibilización en el tema, cambiar y propiciar a la cultura de la donación de órganos y tejidos poco a poco”.

Para el sacerdote Alfredo García, Máster en Bioética - PhD. En Derecho Canónico y catedrático, dentro de la bioética hay dos principios fundamentados de la Dignidad del Humano que implica la integridad de todo el cuerpo, de la salud, la estabilidad sicológica y el principio de la solidaridad. “Somos parte de un conglomerado humano, de la iglesia, y si a mi hermano le sirve mi riñón, hígado o cualquier pare de mi cuerpo, no hay problema, está dentro del principio del amor al prójimo”.

Y esa solidaridad  la recibió Ángela Alcívar, de 50 años, y Mayra León, de 18, quienes con la muerte de un joven de 28 años (en un accidente de tránsito), luego de su diagnóstico de muerte cerebral, sus familiares accedieron a la donación de sus riñones.

Un asesor Jurídico de la Policía Judicial del Guayas, asevera que la población aún desconoce la Ley y aún más sus derechos y obligaciones. Si bien, los artículos son importantes, él destaca el tema de la confidencialidad y la prohibición de compensaciones que toca el Art. 14. “No se podrá percibir compensación económica o de otra índole por la donación de órganos, tejidos y/o células humanas a favor de la o el donante u otra persona.”

El ONTOT ha autorizado a algunos hospitales públicos y privados para trasplantes de órganos y tejidos en Ecuador dependiendo de su especialidad. Para el trasplante renal para adultos, por ejemplo, está el Hospital Metropolitano y Eugenio Espejo (Quito); Hospital Luís Vernaza y Clínica Alcívar (Guayaquil); para trasplantes de corazón, el Hospital Clínica Kennedy (Guayaquil), entre otros. “Por ahora se compra el servicio a la institución privada. Nuestros hospitales públicos se están fortaleciendo”, explica Diana Almeida.

Según el ONTOT a partir de esta Ley, 17.000 ciudadanos manifestaron su voluntad hacia la donación de órganos, que de una u otra manera se convierte en una oportunidad de vida para las personas que esperan, paradójicamente que la muerte de uno dilate la existencia de otro ser humano.
Mientras tanto Arnulfo Zambrano, padre del menor que se sometió al primer trasplante hepático en Ecuador, piensa en los 200 a 300 dólares que gastaba en cada recaída por la enfermedad de su hijo. “Hay mucha gente que espera por un donante... y mueren con la esperanza de encontrarlo…”.

Testimonios
Danilo Fernández, quiteño
Beneficiario. Trasplante de riñón
Abril 2011

“Me descubrieron insuficiencia renal hace 10 años, era un paciente asintomático y cuando me hice el examen se descubrió que mi riñón estaba fallando, entonces comencé a hacerme la hemodiálisis. Milagrosamente desde que me postulé, incluida la realización de exámenes, a los cinco meses encontré donante. Me sorprendió conocer que tenía el 38% de compatibilidad. Según los médicos, un alto porcentaje, que era perfecto, así que no lo dudé y fui a la operación con mucha confianza. En el quirófano estuvieron presentes al menos 12 profesionales entre nefrólogos, cirujano vascular, neurólogo, licenciadas e intensivistas. Esto no tuvo ningún costo para mi bolsillo, solo los medicamentos que no habían en el hospital, y de por vida me dan la medicación que requiero para evitar rechazo. Quise conocer de mi donante, más el médico me dijo que dejara el tema de lado y que siga con mi vida para adelante. Solo sé que estaba en terapia intensiva y falleció. Agradezco a él y a su familia”.

Eddie Zurita Delgado, guayaquileño.
Hijo de persona beneficiaria de un trasplante en el exterior.

“Mi madre, Norma Cruz Hernández, fue beneficiaria de trasplante de córnea a los 71 años en el Hospital Mount Sinai, de la ciudad de Nueva York. Estuvo en espera mes y medio por el órgano y se canceló aproximadamente 4.000 dólares. El trasplante de córnea fue exitoso y manifestaba, en muchas ocasiones, que su visión había mejorado; sin embargo, un día mí madre presentó síntomas de ausencia de sueño, inflamación de las piernas, entre otros que la llevarían a realizarse exámenes para descubrir su insuficiencia renal. Ella aspiraba a ser favorecida de trasplante de hígado pero el costo ascendía a 15.000 dólares, dinero que no poseía la familia. Finalmente decidió no realizarse la operación. La primera intervención no la realizamos en Ecuador porque no conocíamos de la existencia de este tipo de trasplante en nuestro país”, ella falleció.

Columna Especialista
Cecilia Ramírez Orellana, Sicóloga
Máster en Educación
Orientadora familiar

¿Cómo se afecta sicológicamente la persona que decide donar órganos?
Sí la persona está decidida por principio a donar sus órganos cuando muera, en un supuesto caso de muerte cerebral u otra que permita hacerlo, no lo afecta en nada. Es una decisión personal.
               
¿Es bueno para alguien saber que cuando muera va a donar sus órganos a un desconocido?
El pensar que los donará a un desconocido, incentiva su espíritu altruista, es más, conscientemente, sabe que muerto no puede elegir al receptor.

¿Para la familia, cómo es la situación?
Prepararse implica una situación que hay que asumir porque resulta ineludible en muchos casos sin agrado. En este caso, es absolutamente voluntario. La decisión no es impuesta, surge del propio individuo.

 ¿La familia del donante, cómo debe prepararse?
Para los parientes, es muchas veces difícil aceptar esta decisión, pero en su mayoría la respetan. Compete al donador en vida prepararlos, pero en caso de afrontar la decisión de forma imprevista puede resultar traumático, por eso pocas personas donan los órganos de sus parientes, cuando la muerte fue súbita y no se había hablado de donación con ellos.

¿Tener contacto con la familia, que recibe los órganos, es recomendable?
No, no es bueno conocer al receptor. No permitiría aceptar del todo la pérdida o “elaborar el duelo“. Deberá quedarse siempre el acto de donar, como un acto noble de solidaridad. No de consuelo personal en primer término.

¿Cómo fomentar la cultura del donante de órganos?
Debería hacerse campañas más intensas sobre la donación de órganos, especialmente en nuestras sociedades latinoamericanas donde la muerte y las ceremonias fúnebres tienen un profundo sentido sentimental y religioso, este último, va ligado con la idea de que el cuerpo debe estar completo, para cuando llegue el día de la resurrección. Se deberían incentivar los sentimientos de solidaridad y ayuda, más nobles aún, cuando se trata de la vida posiblemente, para un desconocido.







 Investigación para curso de Maestría en Comunicación Pública
de la Ciencia y Tecnología. Promoción II – ESPOL