El fin de
semana se ofició una misa católica, a que la fui como cada semana, pero esta
fue diferente; estuvo dedicada a las mascotas. Esta se ha repetido por 9 años y
cada vez van más fieles con sus perros y gatos para recibir la bendición y
pedir a Dios por la concienciación ante el trato ético hacia los animales.
La cita fue
en la Catedral de Guayaquil y desde el ingreso el bullicio canino no dejaba oír
mucho, era un público distinto lleno de pelos y colas meneándose y haciendo
amigos. Muchos canes estaban con sus mejores galas, camisetas, vestidos,
accesorios, collares muy bonitos y la compañía de sus dueños, o mejor dicho, de
sus padres humanos, ya que el amor que se sienten mutuamente es correspondido.
El ambiente
era lleno de alegría, los animalitos estaban cada cual en su lugar, con sus
correas, sus jaulitas o en los brazos para que no se asusten por los más grandes,
los que dominaban el espacio. Había muchos, creo que unos 1500, más perros que
gatos, estos en su mayoría estaban en canastas especiales o eran cargados. La felicidad era extrema para los humanos presentes,
todos lucían con orgullo a sus hijos peludos.
En cada altar
de las naves de la iglesia se veía algo atípico, una familia completa con
mascotas posando para inmortalizar este recuerdo, ya que no es usual ver
animales dentro de un templo, pero ese domingo fue para ellos, eran los que más
derecho tenían de estar. Este encuentro religioso fue organizado por Portal Animalista, una
comunidad católica que busca que todos amemos a los animales y los respetemos.
Ellos comparten la ideología cristiana de San Francisco de Asís, el santo italiano
patrono de todos los animales, veterinarios y ecologistas.
Volviendo a
la misa, entre ladridos y maullidos inició con un padre muy alegre, Rómulo
Aguilar, visiblemente amante de perros y gatos, cada vez que alguien se
acercaba con sus mascotas él sonreía al observar que este lucía un traje o mostraba
alguna personalidad jocosa, a decir por mi, creo que todos los perros estaban sonrientes.
Al momento de
la comunión las colas eran largas, todos caminamos con las mascotas para
recibirla y luego volvíamos al puesto, y al finalizar se formaron tres filas
para que los animalitos reciban la bendición y les caiga algo de agua bendita,
ese fue creo el momento más feliz de todos los presentes, que con cámara en
mano deseaban captar a su familia con su hijo canino o felino. La gente
alzaba a su perrito y gatito para que no se pierda de que unas gotas lo mojen y como el lugar estaba lleno este paso fue bastante largo, luego cada quien
se retiraba a sus hogares en orden, muchos con más de 2 perros y hasta con 3
gatos para celebrar y pedir por la familia animalista.
La prensa estuvo
presente, cámaras de ty y diarios tomaron los más simpáticos cuadros en cada línea
de las bancas, muchos posaban y otros se atemorizaban, pero ninguno se portó
agresivo, por lo menos en lo que yo vi.
Para los que somos
católicos y amamos a los animales los consideramos nuestros hermanos menores de
la creación y como tal hay que respetarlos y ver por ellos ya que son una
responsabilidad y debemos fomentar el amor por todo ser vivo.
La misa de
los animalitos se da cada agosto, y espero ir nuevamente en el 2017 con todos
mis animales, tengo 7, 3 gatas, 2 perritos chihuahuas y 2 hermanitas mestizas.
Con mi familia. Mi hermano Mario, mi mamá y mi sobrino Alejandro. Las mascotas Octavio, Napito y Lili. |
Agosto 2016.