lunes, 29 de agosto de 2016

PASIÓN POR COMUNICAR - Conversatorio en Universidad Católica Santiago de Guayaquil

Con los estudiantes y panelistas. 

Entre las invitaciones más interesantes que me puedan hacer las que son la cereza del pastel son las que me llevan a compartir con estudiantes de universidades, a las facultades de comunicación para hablar de mi experiencia periodística, esta vez me llamaron a la Universidad Católica Santiago de Guayaquil en el marco de la campaña Pasión por comunicar, en la que los estudiantes comparten unas horas con profesionales para saber cómo actuar en el medio periodístico desde el punto de vista de los invitados.

No he visitado mucho la Universidad Católica, pero encontrar la facultad d filosofía fue fácil, a pesar de ser una universidad bien grande. Llegué puntual, importante para mi, y me encontré con un grupo de universitarios que estaba en pleno armando de la sala; café y bocaditos estaban listos para todos los invitados y los integrantes del público, un público escaso para 4 profesionales. El público estaba compuesto por unos 15 estudiantes, los mejores de cada paralelo que serían los que expondrían sus dudas a los futuros colegas. Ellos oían atentamente la charla para luego, quizá, decidir que hacer en el futuro respecto al área en que se puedan inclinar sus carreras.

El panel estaba compuesto por Nicolle Kalil, periodista de Tc televisión noticias, José Alvarado y Carlos Sacoto de Ecuavisa de la producción del programa Visión 360, los tres graduados de la misma universidad, yo era la infiltrada de la LaicaVicente Rocafuerte.  

Cada panelista empezó contando cual es su concepto de la pasión por comunicar, todos lo vemos con ojos diferentes, experiencias variadas y el interés direccionado a cada área pero, ante todo con profesionalismo. Nicolle contó cómo llegó a trabajar a la tv, tocando las puertas hasta que recibió la oportunidad de ser practicante en un canal, en el cual mintió sobre su año de universidad, ella puso que estaba al final de la carrera para ser tomada en cuenta y le sirvió, consiguió el trabajo y hoy está por su segundo medio en el cual ha caminado hasta ser reportera de noticias, es una joven alegre, llena de emoción y con una visión clara de lo que desea ser en el futuro, una periodista con bases y reconocimiento profesional, con ganas de tener mucho trabajo de campo para cumplir con sus propias exigencias y las del medio de comunicación en que labora.

Por el lado de los chicos, los dos compañeros de trabajo, coincidían en los mismos parámetros de lo que significa su pasión para comunicar, ellos definían claramente que el estilo y la forma de contar las cosas en un documental debe marcar la diferencia, hablaban de cómo buscar las historias y el modo en que se las debe presentar al público mostrando lo más importante para acercar a los televidentes a los personajes de sus notas de investigación. También hacían referencia a lo importante y complejo que puede ser contar algo con imágenes y en no caer en lo mismo que programas similares. Entre eso daban sus consejos para ser mejores comunicadores amando lo que hacen y defendiendo el título que poseen, el de periodistas imparciales que buscan  informar con veracidad de manera diferente siendo accesibles para todos.

Conversando entre todos se habló de cómo enfrentaron y cubrieron la dura situación del terremoto de abril de este año, dos, Carlos y Nicolle estuvieron en la zona cero para cubrir los hechos, “Nadie está preparado para ver lo que vimos” decían, “…es muy duro y hay que saber buscar qué es noticia, no se busca la espectacularidad, no el sensacionalismo, pero ante el desastre era imposible negar que los hechos se prestaban para algunas cosas de ese matiz”; ellos buscaban darle el giro a lo que veían para narrar sin morbo lo que sus cámaras captaron. Sin duda fue un trabajo fuerte y que solo se podía manejar con mucho carácter.  

José Alvarado y Carlos Sacoto de Ecuavisa-Vision 360 y Nicolle Kalil de TCTV. 

Por mi lado creo que pude contar lo que he hecho en mi camino, un poco de lo vivido que me deja algo de conocimiento para poder compartirlo con los que alguna vez me cubrirán al dejar de ejercer (muy viejita espero). Les indiqué que están con mucha ventaja sobre los periodistas de más trayectoria ya que cuentan con algunos recursos que no teníamos hace 10 o 15 años atrás, como los teléfonos celulares y el internet con todo lo que necesitamos para saber de una noticia, pero ante todo está el profesionalismo y la capacidad de cómo hacer la nota diferente para un público distinto, debemos identificar “el qué”, cuando, como y a quien debemos informar, tener un estilo marcado y defenderlo a capa y espada, pulir lo que hacemos día a día y revisar siempre a la competencia para ver las tendencias diarias de la información sea en el área que sea en que nos desenvolvamos. Este trabajo es fácil y difícil, fácil si amamos la carrera, difícil si no estamos llenos de pasión y amor por la labor diaria que hemos escogido para vivir. 


Debemos tener claro un camino para saber con ojos cerrados hacia donde vamos y tener la seguridad de que siempre habrá gente menos, igual o más profesional que uno que pugna por un lugar en el medio, que es tan pequeño en Ecuador para tantos que salen cada año de las universidades. Les aconsejé que deben lucharla y seguir cada día buscando la oportunidad, tocar puertas y mostrar que sí quieren estar vinculados a un trabajo periodístico, ¿en qué campo?, la vida los ubicará de acuerdo a sus aptitudes en el día a día.

En fin, fue una amena mañana matizada del amor por el periodismo que pronto ejercerán estos jovencitos a los que les auguro éxitos llenos de miles de reportajes y buenas obras.

Gracias a la facultad de Comunicación social de la Universidad Católica y a sus alumnos, en especial a Ámbar Carrasco, quien da señales de ser apasionada por sus estudios. 










Agosto 2016

@machemoreno
@datocienciaec