Publicada en octubre 2019 en revista Desde Cero de El Telégrafo
SURI FLOWERS, UNA APUESTA A LA BELLEZA DE
NUESTRAS ROSAS
La denominada florería boutique, abrió hace 5
años desde la cocina del hogar sin pensar el éxito que tendría, hoy cuenta con
3 locales y marca tendencia dentro y fuera de Ecuador.
Suri Andrea
Zapata es una joven mamá colombiana de 32 años que desde hace casi 16 años vive
en Ecuador, por una década trabajó en el sector automotriz y un día dijo “hasta
aquí”. Es así que decidió dejar aquello y hacer una viaje para descansar por 3
meses a Estados Unidos, en donde, para no aburrirse, hizo un curso de arreglos florales en la
reconocida Flower School LA, despertando su interés por los arreglos
ornamentales.
En un
evento familiar demostró lo aprendido y es cuando se da cuenta que esto podía
ser el paso a algo más, dando inicio con el apoyo de su esposo, a la que hoy es una de la florerías boutique
más reconocidas e influyentes del mercado. Suri Flowers nació en la cocina de
su casa con una inversión de casi $600 para un San Valentín hace 5 años, y
nunca pensó la acogida que tendría al promocionar por su cuenta Instagram
@suriflowers.ec y entregar a domicilio.
En dicha
vez no ganó, pero conoció cómo poner los precios y los gustos de su grupo
objetivo para de nuevo empezar a adquirir las flores, pero estas debían ser las
mejores, y es en Pichincha y Cotopaxi que ubicó a los proveedores que le
entregan rosas 100% de exportación y otro, de entre los mejores del mundo, de
rosas preservadas, las que fueron un boom en su tienda cuando fue el estreno de
la película La Bella y la Bestia. “Yo ni sabía de su estreno, pero cuando esto
se dio en menos de una semana ya no teníamos rosas preservadas en domo de
cristal, fueron un éxito. Las rojas, desde luego, son las que salen más, aunque
mucho gustan de las negras” afirma Zapata.
Alquiló una
casa para tener mayor espacio, además de recurrir a contratar personal para
terminar a tiempo, y en pocos meses ya no tenía lugar para otras actividades
que no sean respecto a su emprendimiento y a los 7 meses ya estaba en su primer
local de Urdesa en Guayaquil ya que los clientes pedían ver lo que hacía antes
de comprar, ahí ya contaba con una asistente y un florista que junto con su
esposo ayudaban en este negocio que empezó como un sueño.
Para
mantener la calidad de su oferta viaja muy seguido a las plantaciones, lo que
hace con gran placer para escoger lo que pronto transformará en un bello
regalo. Para gustos hay amplia variedad como las clásicas boxes, o las long stem
box con las rosas con tallos largos, además de la Happiness Collection con
baúles.
A la tienda,
por sus productos e imagen la han categorizado como una tienda cara, a lo que
ella comenta que si bien han ganado visibilidad tienen arreglos desde los $35,
lo que la hace accesible para todo bolsillo.
Además de
rosas naturales tienen opciones en artificiales, y se permite que se lleven
floreros para arreglarlos a gusto del cliente. Los girasoles tienen gran aceptación
y los hombres reciben muchas flores con detalles como chocolate y bebidas.
Los meses
en que más vende son febrero por San Valentín, mayo por el Día de la Madre y en
diciembre, y si hablamos de competencia considera que sí hay similares y que
desde que apareció en el mercado han surgido unas 50 florerías que la emulan,
“La competencia es muy buena y eso nos motiva a seguir mejorando y a innovar”,
dice Andrea.
Siempre
está revisando las tendencias internacionales y está por tomar un curso en
Inglaterra para actualizarse en nuevas técnicas ya que considera que la vida
del florista es como estar en el mundo de la moda, siempre hay cosas nuevas,
algo que transmite a su equipo de trabajo, que ahora suma 25 personas entre los
locales de Guayaquil y Quito.
Actualmente
cuenta con propuestas desde Peru, Bolivia y Estados Unidos para extender su
marca y dar asesoría, eso se lo atribuye
a la belleza de la flor ecuatoriana y a la marca que ha sabido mostrarla. “Somos
humildemente, un referente de floristería
en el mundo, tenemos varios contactos de afuera a los que hemos brindado
asesoría personalizada por el modelo de negocio y por estar en un país que
produce las mejores flores del mundo”, cuenta esta emprendedora mujer. A la hora
de seleccionar un color por parte de sus clientes, asegura que el rojo es el
más vendido, le siguen las negras y azules;
sorprendentemente muchas novias piden esos colores en sus ramos.