jueves, 31 de octubre de 2019

SURI FLOWERS, UNA APUESTA A LA BELLEZA DE NUESTRAS ROSAS


Publicada en octubre 2019 en revista Desde Cero de El Telégrafo


SURI FLOWERS, UNA APUESTA A LA BELLEZA DE NUESTRAS ROSAS

La denominada florería boutique, abrió hace 5 años desde la cocina del hogar sin pensar el éxito que tendría, hoy cuenta con 3 locales y marca tendencia dentro y fuera de Ecuador.

Suri Andrea Zapata es una joven mamá colombiana de 32 años que desde hace casi 16 años vive en Ecuador, por una década trabajó en el sector automotriz y un día dijo “hasta aquí”. Es así que decidió dejar aquello y hacer una viaje para descansar por 3 meses a Estados Unidos, en donde, para no aburrirse,  hizo un curso de arreglos florales en la reconocida Flower School LA, despertando su interés por los arreglos ornamentales.

En un evento familiar demostró lo aprendido y es cuando se da cuenta que esto podía ser el paso a algo más, dando inicio con el apoyo de su esposo,  a la que hoy es una de la florerías boutique más reconocidas e influyentes del mercado. Suri Flowers nació en la cocina de su casa con una inversión de casi $600 para un San Valentín hace 5 años, y nunca pensó la acogida que tendría al promocionar por su cuenta Instagram @suriflowers.ec y entregar a domicilio.

En dicha vez no ganó, pero conoció cómo poner los precios y los gustos de su grupo objetivo para de nuevo empezar a adquirir las flores, pero estas debían ser las mejores, y es en Pichincha y Cotopaxi que ubicó a los proveedores que le entregan rosas 100% de exportación y otro, de entre los mejores del mundo, de rosas preservadas, las que fueron un boom en su tienda cuando fue el estreno de la película La Bella y la Bestia. “Yo ni sabía de su estreno, pero cuando esto se dio en menos de una semana ya no teníamos rosas preservadas en domo de cristal, fueron un éxito. Las rojas, desde luego, son las que salen más, aunque mucho gustan de las negras” afirma Zapata.

Alquiló una casa para tener mayor espacio, además de recurrir a contratar personal para terminar a tiempo, y en pocos meses ya no tenía lugar para otras actividades que no sean respecto a su emprendimiento y a los 7 meses ya estaba en su primer local de Urdesa en Guayaquil ya que los clientes pedían ver lo que hacía antes de comprar, ahí ya contaba con una asistente y un florista que junto con su esposo ayudaban en este negocio que empezó como un sueño.

Para mantener la calidad de su oferta viaja muy seguido a las plantaciones, lo que hace con gran placer para escoger lo que pronto transformará en un bello regalo. Para gustos hay amplia variedad como las clásicas boxes, o las long stem box con las rosas con tallos largos, además de la Happiness Collection con baúles.

A la tienda, por sus productos e imagen la han categorizado como una tienda cara, a lo que ella comenta que si bien han ganado visibilidad tienen arreglos desde los $35, lo que la hace accesible para todo bolsillo.

Además de rosas naturales tienen opciones en artificiales, y se permite que se lleven floreros para arreglarlos a gusto del cliente. Los girasoles tienen gran aceptación y los hombres reciben muchas flores con detalles como chocolate y bebidas.

Los meses en que más vende son febrero por San Valentín, mayo por el Día de la Madre y en diciembre, y si hablamos de competencia considera que sí hay similares y que desde que apareció en el mercado han surgido unas 50 florerías que la emulan, “La competencia es muy buena y eso nos motiva a seguir mejorando y a innovar”, dice Andrea.

Siempre está revisando las tendencias internacionales y está por tomar un curso en Inglaterra para actualizarse en nuevas técnicas ya que considera que la vida del florista es como estar en el mundo de la moda, siempre hay cosas nuevas, algo que transmite a su equipo de trabajo, que ahora suma 25 personas entre los locales de Guayaquil y Quito.

Actualmente cuenta con propuestas desde Peru, Bolivia y Estados Unidos para extender su marca y dar asesoría,  eso se lo atribuye a la belleza de la flor ecuatoriana y a la marca que ha sabido mostrarla. “Somos humildemente, un referente  de floristería en el mundo, tenemos varios contactos de afuera a los que hemos brindado asesoría personalizada por el modelo de negocio y por estar en un país que produce las mejores flores del mundo”, cuenta esta emprendedora mujer. A la hora de seleccionar un color por parte de sus clientes, asegura que el rojo es el más vendido, le siguen las negras y azules;  sorprendentemente muchas novias piden esos colores en sus ramos.