lunes, 21 de octubre de 2019

SER SOSTENIBLE ES BUEN NEGOCIO PERO, FALTA MADUREZ EN EL MERCADO ECUATORIANO


Publicada en octubre en revista #DesdeCero de El Telégrafo

Gustavo Manrique

SER SOSTENIBLE ES BUEN NEGOCIO PERO, FALTA MADUREZ EN EL MERCADO ECUATORIANO

A nivel empresarial la conciencia social y ambiental ha tomado partido y los cambios se empiezan a notar.

La tendencia mundial que busca que seamos empáticos con los cambios ambientales va creciendo; Ecuador no está fuera de ello y no solo involucra a quienes aspiran un mundo mejor; el campo empresarial debe modificar su manera de producir hacia la sostenibilidad, eso lo afirma el ingeniero agrónomo Gustavo Manrique Miranda, presidente de la consultora ambiental Sambito que por 20 años trabaja con empresas y civiles para dar soluciones en campos de dicho tema.

¿Qué ejemplo se puede dar para entender de mercados sostenibles?
Es un mercado emergente y algo inmaduro por el tiempo de vigencia, pero la tendencia de crecimiento de los mercados sostenibles debe ser una de las de mayor alza en el mundo; para dar cuenta de eso últimamente han salido millones de personas, en su mayoría jóvenes, a las calles a protestar sobre el cambio climático y con eso no cabe la menor duda. Por ejemplo, esto se aplica en empresas de iluminación y muchos hacen las cosas para generar y ahorrar energía cambiando a equipos eficientes o a luces led. Hay carreras universitarias que ahora cuentan con la sostenibilidad en su malla como arquitectura sustentable, turismo sostenible, ingeniería ambiental y más. Si hablamos de certificaciones hay la de carbono neutro, huella de carbono, huella hídrica, las ISO. En los alimentos hay los orgánicos y valoramos más el valor nutricional, hay más tiendas con esa línea, se desea conocer cuánto se paga al productor; entonces la tendencia crece desde la perspectiva de lo que pide el mercado.

Ecuador fue el primer país que dio derechos a la naturaleza, en la Constitución hay una serie de ordenanzas y leyes, las afectaciones ambientales son imprescriptibles (que no pueden perder vigencia o validez), hay delitos que en 10 años se está prescrito, en esto nunca y tienen repercusiones penales. De ahí hay tendencias religiosas y otras, pero esto es global, no se puede discutir que su crecimiento es logarítmico.

¿Cómo Sambito ha logrado cambiar la forma de pensar de muchos?
Es probable que esta empresa haya sido una de las pioneras y hoy somos un ecosistema de 7 que tienen como función principal o negocio salvar al planeta. Tenemos soluciones que van desde el comportamiento cotidiano en el hogar hasta con multinacionales o hidroeléctricas, hemos participado en políticas públicas, hace poco fuimos parte del equipo técnico que hizo la ordenanza de uso de plásticos de un solo uso en Guayaquil.

Esto, Sambito, va por 4 líneas integrarles de servicios 1) Asesoría para la cumplir la normativa de lo que se tiene que cumplir de cara a la Ley, con nosotros, quien sea, debe cumplirla con estudios de impacto ambiental, de cumplimiento, registro, planes de manejo y más si la empresa es grande o pequeña, cualquiera que tenga una transformación tiene que hacer un estudio ambiental y así se puede sacar una licencia o registro ambiental. 2) Todo lo voluntario y que se quiera hacer más allá de la Ley, como por ejemplo sacar una certificación, que nadie obliga a tenerla ya que uno mismo la debe tramitar, o si desea compensar emisiones se siembran árboles para dejar huella verde o neutro.

Ninguna autoridad lo exige pero sí el mercado; por eso asesoramos con planes de manejo ambiental, huella de carbono, huella neutro, huella hídrica, huella de carbono neutralidad, planes anuales y guías de sostenibilidad. Hace poco construimos, junto con el Municipio de Guayaquil, la primera universidad infantil de reciclaje y ahora estamos haciendo con ellos un proyecto con Puná sostenible y con la prefectura hicimos huertos orgánicos; eso lo hacemos porque los clientes quieren. 3) Económica circular ya considerada el futuro del planeta, ya que por más que todo sea ecológico todo viene de la naturaleza, entonces es conocer cuántas veces le pides lo mismo para satisfacer tus necesidades. Por ejemplo, luego de 5 años cambié de celular, ya que conozco que tiene cobre, bronce, aluminio y más elementos que vienen de la naturaleza. 

Este concepto hace que yo lleve el celular a una recicladora, lo desmantelen y vendan cada parte, se recupera cada elemento y se hace algo nuevo. De esto tenemos tres empresas: Primero la mayor recicladora de llantas del país, Seginus, Sistema ecuatoriano de gestión integral de neumáticos usados en Guayaquil, que ha reciclado un millón y medio de llantas desde que se empezó hace año y medio, esas llantas se van a hacer cogeneración eléctrica en hornos cementeros, pirolisis, que es un tipo de combustible u artesanías como las que hay ahora en Guayarte en un parque de economía circular que inauguramos. La segunda es un tema de reducciones de Co2 por medio de ultrafitrado de diésel, y tercero la Fundación Latinoamérica Verde, donde premiamos, mostramos y conectamos a los mejores emprendedores y empresas de América Latina. Es un ecosistema dinámico empresarial con lo que se logra sacar mucha ayuda.

¿Cómo transformar la mente empresarial para que tome en cuenta esto?
La una es porque deseas transformar el mundo y se debe llegar a un nivel de madurez económica y de conciencia, y la otra es porque se ganará dinero. Los primeros años de Sambito se buscaba salvar al mundo y no nos hacían mucho caso. De ahí llegó a nuestras manos un estudio de PWC, Price wáterhouse Coopers, una de las firmas auditoras más importantes del mundo, en que decía que las empresas que se metían en temas de responsabilidad corporativa y con huella de carbono son entre 15% y 22% más rentables que antes de medirla; esto se da porque tomaron conciencia de su grado de contaminación e implementaron medidas de reducción; hay que entender a la emisión de Co2 como un gas que en algún momento se pagó en una planilla de aire acondicionado, de combustible, de transporte, etc. Se cambió el discurso para demostrar cómo con un proyecto ambiental se podía ser más rentable de manera significativa en estos rubros. Hay algunos que pueden hacerlo por esta madurez económica o entienden mejor de lo que se habla y se informan porque es difícil hacer el primer paso para luego ver ese cambio. Esto es para todo tamaño de empresa e independientemente del dinero que se tenga, y aun más es para un pequeño que empieza.

¿Entonces es la vía correcta para generar más dinero?
Me atrevo a decir que la economía de lo ambiental no es inferior a los 800 millones de dólares y nadie lo ha visto, nadie lo ha sumado en un clúster (grupo de empresas interrelacionadas que trabajan en un mismo sector industrial y que colaboran estratégicamente para obtener beneficios comunes), necesitamos que las autoridades vean al sector ambiental en uno. Por ejemplo, las empresas de acero, sea producido aquí o importado, el 100% de su materia prima es reciclada, hay varios recicladores que facturan más de 15 millones anuales; entonces cuando se vea a un sector del mercado como un clúster se dan cuenta de que hay un grupo de gente o empresas que sumados están facturado millones y empiezan a crear leyes, ordenanzas, regulaciones, mecanismos financieros, tributarios, incentivos y una serie de actos que apuntan a desarrollar un mercado  que no han visibilizado.

¿Qué falta para que la gente sepa de esto?
Por espacios de la prensa se logra informar. Todos somos periodistas ambientales, es querer comunicar y tener la responsabilidad de denunciar, delatar, corregir, avisar. Esto nos masifica y los impactos nos multiplican. Con campañas, por ejemplo, se puede lograr cambiar el pensamiento sin duda alguna. Ahora evadir impuestos y contaminar está mal visto por los hijos, antes eras “el sabido” y ahora un niño no soporta eso, no te ve bien; si botas algo desde el auto los más jovencitos te reprimen. Se puede cambiar, ahora hay ejes ambientales que mandan un buen mensaje.

¿Qué hacen los premios Latinoamérica Verde en este campo?
Son 10 categorías para manejo de residuos sólidos, desde empresas pequeñas a grandes y se evalúan cinco criterios: el impacto ambiental, impacto económico, impacto social, la escalabilidad, o sea cuanto más se puede crecer, e innovación. Son 300 expertos de 20 países que califican, este año fueron 2332 casos y se hizo un ranquin de 1 a 500, y de ahí el jurado que, incluye a Naciones Unidas, Conservación internacional, WWF, National Geographic, Fundación Avina y Ban Colombia, elijen a los 10 mejores y PWC participa dentro de esta sala, luego se conocen en la gala de premiación.

Los ganadores, ¿logran mantenerse?
De los que hemos premiado en 6 ediciones el 100% sigue trabajando dentro y fuera de Ecuador. Generalmente el 85% en el mundo fracasa por falta de financiamiento o falta de networking, en estos casos el premio les dio visibilidad y han aumentado sus ventas y consiguieron financiamiento.

Son 20 años promoviendo esta opción, ¿qué fue lo más duro?
En Sambito somos optimistas por excelencia y nos gusta crear. Trabajamos y no pensamos más en ese esfuerzo que pasamos por haber logrado algo bueno para el ambiente. No recordamos los no, que son muchos, pero nos dieron más ímpetu. En el arranque definir qué hacíamos fue lo más difícil, es que era un intangible y con el tiempo hemos migrado de ser una consultora ambiental a ser una empresa de tecnología informática que da servicios ambientales. El 60% de los industriales quieren una transformación digital que la hemos cubierto desde la perspectiva ambiental.
Ser ecológico es un paradigma y se dice que es menos rentable; sí es rentable, por eso nos definimos por ser una empresa doblemente verde, porque nos preocupamos del verde del planeta y hacemos ganar más dinero.

La sostenibilidad tiene tres ejes: 1) que se gane dinero o que no se lo pierda, 2) que la sociedad gane y 3) que no se afecte al ambiente. Si se logra unir esos vértices es sostenibilidad igual a Economía + ambiental + social.
“Ser sostenible es tener en orden la actividad ambiental de una empresa, la segunda es que una vez que cumples con la ley viene lo que deseas más allá de la misma, eso es la entrega que se da por conciencia al mundo para protegerlo”.